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Tuesday 6 November 2007

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El libro de memorias de María se distribuye por toda la geografía estatal. Si no lo encuentras en tu librería habitual, puedes encargarlo y en unos días te lo sirven.
También puedes comprarlo por internet a la propia librería de la Editorial Renacimiento.

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SINOPSIS

María de la Luz Mejías Correa, Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña, Biblioteca Histórica nº6, Sevilla, Renacimiento, 2006, 200 pág. ISBN 84-84720861

ASÍ fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña es el relato de vida de María de la Luz Mejías Correa, recogido y prologado por su nieto, Manuel Pulido Mendoza. Como el relato de la vida de tantas otras personas de la generación de María, el texto se configura como una fuente historiográfica de la historia oral. El testimonio de María de la Luz es especialmente significativo, porque ilustra el cambio cultural producido en las clases de la extracción rural en Extremadura durante el siglo XX. Refleja, del mismo modo, la evolución del papel social desempeñado por la mujer de estas clases en la sociedad contemporánea extremeña; ilustra los usos y costumbres de la época de nuestros abuelos, a la vez que muestra cómo la militancia política, la guerra y la dictadura afectaron a la cotidianeidad de la vida. El testimonio de María es doblemente relevante por su implicación activa y directa como miembro de la milicia de las Juventudes Socialistas Unificadas de Extremadura.

El nieto de una miliciana pacense escribe sobre la condición femenina en la guerra

Sociedad
El nieto de una miliciana pacense escribe sobre la condición femenina en la guerra
EUROPA PRESS/BADAJOZ
HOY, 26/11/2006

URL: [ http://www.hoy.es/prensa/20061126/sociedad/nieto-miliciana-pacense-escribe_20061126.html ]

El historiador Manuel Pulido Mendoza es el autor del libro 'Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña' en el que plasma la vida de su abuela María de la Luz Mejías Correa, que sirvió como miliciana durante la contienda española.El libro fue presentado hace unos días en la sede del PSOE en Badajoz. Pulido explicó que el libro es un «testimonio de la historia oral» que nació como un trabajo universitario sobre el rol desempeñado por las mujeres durante la Guerra Civil, para lo cual recuperó las historias «que tantas veces» había escuchado de la voz de su abuela y de su abuelo, que también fue miliciano.
Anécdotas
La protagonista del relato ha colaborado en la redacción del libro, corrigiendo «algunos errores» y ampliando las anécdotas, según explicó el autor. Pulido manifestó que el objeto de esta obra es destacar el papel de las mujeres y cómo afectaron a su condición los cambios culturales acaecidos en la Extremadura de los años 20 y 30 en las mentalidades rurales de la época. Además, el historiador destacó el carácter luchador de María de la Luz Mejías, empeñada en mejorar las «pobres» condiciones de vida en las que nació, lo cual intentó mediante la militancia política en las Juventudes Socialistas Unificadas de Extremadura y el compromiso con las milicias en la Guerra Civil.

HOMMAGE AUX FEMMES REPUBLICAINES ET AUX VICTIMES DU CAMP DE CONCENTRATION

http://site.voila.fr/espana36/castuera/Castuera.html

13-15 avril 2007Castuera (Provincia de Badajoz)
HOMMAGE AUX FEMMES REPUBLICAINES ET AUX VICTIMES DU CAMP DE CONCENTRATION

Du 13 au 15 avril 2007 se sont déroulées à Castuera (Province de Badajoz) les journées d’hommage aux victimes du camp de concentration. Cette année le thème de la manifestation, organisée pour la troisième année consécutive par l’AMECADEC (Association Mémorial du Camp de Concentration de Castuera), était: "Les Femmes – République, Guerre Civile et Répression".
Javier Ruiz de la Fondation Domingo Malagón présenta le documentaire "Que mi nombre no se borre en la Historia" (1) qui retrace le destin des treize jeunes militantes de la JSU (2) fusillées le 5 août 1939, ainsi que quarante-six de leurs camarades, contre les murs d’enceinte du cimetière de l’est à Madrid. La projection fut suivie du témoignage de Concha Carretero qui partagea la cellule des suppliciées à la prison pour femmes de Ventas. Témoignage également extrêmement poignant que celui de l’écrivaine Angeles Garcia Madrid, elle aussi incarcérée à Ventas, et qui, de sa voix ferme, nous fit comprendre toute l’horreur des prisons franquistes: comment elle vit partir vers le supplice, le 5 août à l’aube ses camarades entonnant "La Joven Guardia" (3), comment dans le silence du jour naissant, blotties les unes contre les autres dans leurs cellules, elles entendirent la salve du peloton d’exécution, comment retenant leurs souffles et glacées d’horreur elles dénombraient les claquements successifs des coups de grâce: un, deux, trois … treize. Ces journées ont également été marquées par un débat sur le thème "Vérité Mémoire et Justice: Femmes Républicaines" animé par les historiennes Fernanda Romeu Alfaro et María Milagros Montoya Ramos. Puis Manuel Pulido nous présenta, en présence de sa grand-mère, María de la Luz Mejías Correa, le livre "Memorias de una miliciana extremeña" qui retrace la vie et le combat de María de la Luz qui, les armes à la main, défendit la République. (1) "Que mon nom reste dans l’Histoire" (2) JSU : Juventudes Socialistas Unificadas – Jeunesses Socialistes Unifiées (3) La Joven Guardia: chanson révolutionnaire



[FOTO 1: Trois générations de femmes à la tribune – Assises de gauche à droite : María de la Luz Mejias Correa – Angeles Garcia Madrid – Fernanda Romeu Alfaro]

Enfin ces journées se terminèrent par la marche vers le site où, de mars 1939 à mars 1940, fut implanté le camp de concentration. Ce camp qui, sans doute plus que tout autre, incarne la férocité de la répression qui s’abattit sur les vaincus de la guerre civile. Il fut l’instrument de la politique d’élimination délibérée de tous ceux qui eurent des responsabilités politiques dans l’Estrémadure Républicaine ou, plus modestement, étaient simplement connus pour leurs idées progressistes.



[FOTO 2: Le défilé vers le site du camp de concentration]

Le défilé emprunta le même chemin que de très nombreux prisonniers firent eux-mêmes, de la place d’Espagne jusqu’au pied des contreforts de la Sierra de Benquerencia où se situait le camp. Aux accents de "L’Himno de Riego", le drapeau de la République fut hissé sur le socle couvert d’oeillets rouges qui, à l’époque, était celui de la "Cruz de los Caídos".



[FOTO3
Le drapeau Républicain flotte sur le socle de la "Cruz de los Caidos"]

La fille de María de la Luz, au nom de sa mère, retraça en quelques mots très émouvants la lutte et les souffrances de toutes celles et de tous ceux, femmes et hommes du peuple, qui défendirent la République et ses idéaux et qui, par milliers, le payèrent de leurs vies. Ensuite les parents des disparus épelèrent au micro les noms et les prénoms des leurs dont la trace se perdit à tout jamais dans le camp de concentration.

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INFORMATIONS COMPLEMENTAIRES ET DOCUMENTS D’INTERETAMECADEC: Apto de correos n°98 – 06420 CASTUERA (BADAJOZ) Tel: (34) 677 400 579 – (34) 650 440 824 – (34) 616 507 012 – (34) 669 823 817Courriel: http://site.voila.fr/espana36/castuera/memorialcpcas@mixmail.com - http://www.memorialcastuera.blogspot.com/
Contact France: garrido.luis@wanadoo.fr
Antonio LÓPEZ RODRÍGUEZ : Cruz, bandera y caudillo. El campo de concentración de Castuera. Edita: CEDER – LA SERENA ISBN: 84-95635-04-6
José Ramón GONZÁLEZ CORTÉS : Prisioneros del miedo y control social: El campo de concentración de Castuera.HISPANIA NOVA
María de la Luz MEJIAS CORREA : Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña. Edita: RENACIMIENTO ISBN: 84-8472-086-1

Crónica de la presentación del libro

PRESENTACION DEL LIBRO ´ASI FUE PASANDO EL TIEMPO´
Un joven relata la vida de su abuela, ´La miliciana´
Es historiador y ha escrito la biografía de María Mejías, de 90 años. La mujer estuvo en el frente en la guerra civil y después en la cárcel.
Fernando LEÓN, El Periódico Extremadura, 15/11/2006

Esta noticia pertenece a la edición en papel.
URL: [ http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=270236 ]


Así fue pasando el tiempo es el título del libro que el historiador pacense Manuel Pulido Mendoza ha escrito con su abuela, María de la Luz Mejías Correa --que tiene 90 años--, y en el que relata la biografía de ésta en forma de Memorias de una miliciana extremeña . El objetivo del autor es "hacer justicia" a esta mujer que, con su esposo, militó en las Juventudes Socialistas, estuvo en los frentes de Llerena, el Alcázar de Toledo y Madrid, y sufrió prisión durante el franquismo
También pretende reconocer a cuantas mujeres de la misma generación participaron de la lucha por la libertad y la democracia, tanto por su conciencia política como por las dificultades añadidas por su condición femenina. "Mi abuela salió del mundo rural de la época, cuando las mujeres empezaron a acceder al mundo del trabajo, a la militancia política y a tener cierta conciencia de género", dijo.
El libro, publicado en la colección Biblioteca Histórica, de Renacimiento, es el resultado de recoger "el testimonio oral" en muchas horas de entrevistas y conversaciones, que una vez ordenadas fueron corregidas por la protagonista. Según su nieto, ella "se identifica tanto con la voz narrativa como con la historia", pues se presenta en primera persona, lo que al "transcriptor", según dijo, le produce una sensación de "travestismo" al asumir el yo de su abuela.
VIVE EN BADAJOZ
La miliciana María vive en Badajoz con su familia; regentó una churrería y ejerció de pequeña empresaria, mientras colaboraba con el PCE tras decepcionarse con la transición y abandonar, ella y su esposo, el PSOE. "Pero siempre mantuvieron el espíritu de las Juventudes Socialistas", dijo el nieto.
Pulido expresó su "total acuerdo" con el historiador Paul Preston, quien afirmó el día anterior que la recuperación de la memoria histórica está siendo una labor de los nietos de las víctimas y represaliados, "porque esta generación tiene conciencia y no tiene miedo añadió.
El libro, surgido de un trabajo universitario, ilustra el cambio cultural producido en el mundo rural extremeño durante el siglo pasado y el papel que jugó la mujer en el mismo.

Gonzalo Bayal, "Nietos"

[Extraído del blog personal de Gonzalo Bayal, 4.2.07, URL: http://bayal.blogspot.com/2007_02_01_archive.html ]

Nietos
No debe de ser casualidad, me digo, sino circunstancia acorde con el tiempo transcurrido y con la infamia de los hechos, que en los dos libros que, por imprevisto azar, acabo de leer uno tras otro, «Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña», de María de la Luz Mejías Correa, y «Lunas de agosto», de Justo Vila, que vienen a ser como la realidad de una misma ficción y la ficción de una misma realidad, sean justamente los nietos los que llevan, trasladan o transcriben la voz narrativa, nieto real y nominal en el primer caso, Manuel Pulido Mendoza, y nieto literario de un personaje asesinado en agosto del 36 en Badajoz, en el segundo. Resulta, sin embargo, descorazonador que, siendo, como es y debe ser, el tiempo de los nietos y, en consecuencia, el principio del tiempo de la historia y de la comprensión, haya tantos y tantos que se niegan a comprender y que arremeten con atizadores que no son precisamente, por desgracia, el atizador de Witgenstein.
GHB 22:53

Manuel Pecellín Lancharro, "Recordar para vivir"

CRÍTICA DE LIBROS
recordar para vivir
María de la Luz Mejías Correa, ASÍFUE PASANDO EL TIEMPO.
MEMORIAS DE UNA MILICIANA EXTREMEÑA, Sevilla, Editorial
Renacimiento, 2006
Manuel Pecellín Lancharro en HOY, 5/11/2006

y Revista Alcántara, 65, 2006, pp. 165-166
URL: [ http://ab.dip-caceres.org/alcantara/alcantara_online/65/065-014.pdf ]



En línea con los esfuerzos por la recuperación de la memoria histórica, la editorial Renacimiento publica este volumen, significativamente intitulado “Memorias de una miliciana extremeña”. Lo fue María de la Luz, quien optó por tomar las armas para defender la II República y quedarse junto a los seres más queridos, entre ellos el padre, el esposo, un hermano y otros familiares. Cara habría de pagar aquella elección, a cuyas motivaciones ha permanecido fiel durante su larga vida. Ahora, ya nonagenaria, merced a la ayuda del nieto, Manuel Pulido Mendoza (Badajoz, 1977), historiador, que suscribe el prólogo, ha logrado plasmar sus vivencias en un libro beneficiado con ayuda a la edición por la Junta de Extremadura.
La obra tiene cinco partes y un hermoso epílogo. Los difíciles avatares de la infancia y mocedad, el periodo bélico (fundamentalmente en Madrid), el regreso a un Badajoz traumatizado por la represión y la miseria, los años del tardofranquismo y la vuelta de la democracia constituyen
los capítulos de este tan personal relato.
Nacida en una familia de pastores y yunteros con fuerte carácter, adeptos al PSOE, M. Luz se crió entre Higuera de Vargas, Olivenza y la capital pacense. Aquí trabajó en la clínica de Augusto Vázquez, hijo y hermano respectivamente de notables socialistas. Al producirse la sublevación de Julio, conocedora de las bárbaras actuaciones que los militares desencadenan en los pueblos ocupados y del peligro que ella misma corre (parte de los suyos morirían ante el paredón), decide sumarse a la la columna “Pedro Rubio”. Tras la caída de Badajoz y a través de la Serena, alcanza Madrid, no sin una breve lucha ante el Alcázar de Toledo.
Sus actuaciones junto a los milicianos (al fin, también machistas, reconoce), así como las dificultades y condenas tras la derrota, constituyen texto conmovedor, aunque los análisis sociopolíticos en los que gusta detenerse resultan muchas veces discutibles, un punto ingenuos y exageradamente maniqueos: a su entender, todo lo malo entonces sucedido tuvo su origen en los “otros”.
Si la guerra fue dura, los años posteriores resultarían tremendos, mucho más para los derrotados. Con un valor y energía a toda prueba, extraordinariamente solidaria y generosa para los suyos, vencida pero no humillada, más próxima ya al PCE que al PSOE (ella sigue fiel al marxismo), la antigua militante se ingenia de mil modos para ir sacando adelante a la prole formada junto a otro recio miliciano. Y asíhasta hoy, habiendo podido disfrutar de hijos y nietos a los que ha visto asentarse profesionalmente.
Aunque María Luz apenas pudo alfabetizarse, es una narradora nata y, sin duda, Manuel ha tenido que recortar los discursos grabados por la abuela (aún se perciben no pocas reiteraciones). Pero estas páginas rezuman sinceridad, convencimiento y fe en los ideales propios, aunque no se comportan todos sus juicios.

Mujeres republicanas dieron su testimonio en el homenaje a las víctimas del campo de concentración

http://www.hoy.es/prensa/20070420/prov_badajoz/mujeres-republicanas-dieron-testimonio_20070420.html

CASTUERA
Mujeres republicanas dieron su testimonio en el homenaje a las víctimas del campo de concentración
Concha Carretero contó cómo ella y otras trece mujeres, 'Las trece rosas', escaparon de morir fusiladas en 1939
F.VÁZQUEZ/CASTUERA


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Por tercer año consecutivo la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera (AMECADEC) ha organizado unas jornadas que tienen como principales objetivos, tanto el rescatar del olvido y honrar la memoria y la dignidad de las personas que murieron o pasaron por el campo de concentración, como para evitar que caigan en el olvido las vidas y los testimonios de los republicanos victimas de la represión franquista. La voz de los que sufrieron la represión, los estudios históricos, los testimonios recogidos por historiadores, periodistas o familiares de las victimas y la presencia tanto de victimas, como de investigadores o escritores, hacen de estas jornadas lugar de encuentro y foro de reflexión sobre ese periodo histórico, a través del análisis de unos acontecimientos que fueron silenciado durante muchos años.

Durante los tres días en que se han desarrollado estas jornadas, los asistentes han tenido la oportunidad de visionar documentales, asistir a charlas, coloquios, presentaciones de libros, y sobre todo, de escuchar las voces de mujeres y hombres que sufrieron la represión franquistas. Entre los protagonistas de las jornadas, que en esta tercera edición han estado dedicadas a las mujeres, cabe destacar la presencia de Concha Carretro, Ángeles García Madrid y la miliciana extremeña Maria de la Luz Mejías Correa, entre otras.

Concha Carretero estuvo condenada y escapó de morir fusilada junto con otras trece mujeres en un trágico episodio de la represión, que lejos de perderse en el olvido, el tiempo ha convertido en un mito que es recordado como las 'Trece Rosas'. Concha Carretero rememoró en un tremendo testimonio de dignidad y coraje, su detención el 5 de marzo de 1939 y su paso por la cárcel donde sufrió todo tipo de vejaciones y torturas. Ángeles García Madrid, escritora y testigo vivo también de esos acontecimientos, ofreció su testimonio personal del horror de las cárceles franquistas de mujeres y de sus aspectos más siniestros. García Madrid es la autora de entre otros, del libro titulado 'Réquiem por la libertad', un relato que cuenta la verdad del sufrimiento, la humillación y la tortura física y moral a que fueron sometidas las mujeres que defendieron los ideales republicanos y donde se recoge la historia de las trece rosas, trece mujeres jóvenes fusiladas con las que coincidió en la cárcel madrileña de ventas.

De igual modo, la extremeña María de la Luz Mejías Correa, relató sus años de lucha, su paso por el frente, su detención y los seis años que permaneció presa, así como la persecución y represión que sufrieron sus familiares. Un violento testimonio del horror que su nieto Manuel Pulido recoge en el libro titulado 'Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña'.

Así mismo, cabe destacar las conferencias ofrecidas por las historiadoras Fernanda Romeu Alfaro y María Milagros Montoya Ramos.

Marcha

El epílogo de estas jornadas lo puso un año más la marcha al campo de concentración que se desarrolló en la mañana del domingo día 15 y que como en anteriores ediciones transcurrió con absoluta normalidad. Desde primcipio de la mañana las banderas republicanas comenzaban a aparecer por la plaza de España, desde donde partiría la marcha. Varios centenares de personas provenientes desde distintos puntos de la geografía extremeña y de otras regiones, volvieron a darse cita en Castuera para asistir a este emotivo acto que culminó en el lugar donde estuvo instalado el campo de concentración con el izado de la bandera republicana sobre una peana en ruinas que aún se conserva del campo y la lectura de manifiesto.

Falta de consenso

Lo que no se consiguió en el transcurso de estas jornadas fue que los grupos políticos del ayuntamiento de Castuera, en el pleno extraordinario celebrado, se pusiesen de acuerdo para aprobar la propuesta de la asociación AMECADEC sobre el reconocimiento a las victimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, aunque según manifestaron seguirán trabajando hasta alcanzar el acuerdo.



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CASTUERA
Las mujeres, protagonistas del homenaje a las víctimas del campo de concentración
F. VÁZQUEZ/CASTUERA
HOY, 14 de abril de 2007
URL [ http://www.hoy.es/prensa/20070414/prov_badajoz/mujeres-protagonistas-homenaje-victimas_20070414.html ]

La localidad de Castuera acoge desde ayer hasta mañana domingo unas jornadas dedicadas a homenajear a las víctimas del campo de concentración que funcionó tras la Guerra Civil española en las inmediaciones de esta localidad, que ha sido considerado por historiadores y estudiosos como pieza clave en el sistema represivo franquista, ya que por el mismo pasaron y desaparecieron miles de civiles y militares de toda España. Por tercer año consecutivo, la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera organiza estas jornadas que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Castuera, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, el Foro por la Memoria, la Federación Estatal de Foros por la Memoria, la Fundación Domingo Malagón, la Unidad Cívica por la República, el Partido Comunista de Extremadura, Izquierda Unida y Juventudes Comunistas. En esta edición, las mujeres, que suelen ser las grandes olvidadas de la Guerra Civil, tendrán un protagonismo especial dentro de estas jornadas que se presentan bajo el titulo de 'Mujeres. República, Guerra Civil y Represión' y que contarán con el testimonio de mujeres españolas que vivieron esos terribles años para, a través de sus vivencias, realizar un recorrido por la II República, la Guerra Civil y la posguerra. Los actos arrancaron ayer con la presentación del evento y la proyección del documental 'Que mi nombre no se borre de la historia', un trabajo con en el que se rememora el fusilamiento el 5 de agosto de 1939 en Madrid de trece mujeres jóvenes, siete menores de edad, recordadas como 'las trece rosas'. El visionado del documental se completará con el testimonio de Concha Carretero, una de las condenadas que escapó a ese fusilamiento. El domingo, el homenajeHoy sábado, el programa contempla un acto institucional y pleno extraordinario en el ayuntamiento a partir de las 13.00 horas, para continuar por la tarde, entre otras actividades, con varias conferencias, testimonios y la presentación del libro 'Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña', de Manuel Pulido. La jornada terminará con con una mesa coloquio.El programa de actos culminará el domingo con una marcha desde la plaza de España hasta el paraje donde estuvo instalado en campo de concentración, donde se realizará el homenaje a las víctimas y a sus familiares.



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CASTUERA
Mujeres republicanas dieron su testimonio en el homenaje a las víctimas del campo de concentración
Concha Carretero contó cómo ella y otras trece mujeres, 'Las trece rosas', escaparon de morir fusiladas en 1939
F.VÁZQUEZ/CASTUERA
URL: [ http://www.hoy.es/prensa/20070420/prov_badajoz/mujeres-republicanas-dieron-testimonio_20070420.html ]

Por tercer año consecutivo la Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera (AMECADEC) ha organizado unas jornadas que tienen como principales objetivos, tanto el rescatar del olvido y honrar la memoria y la dignidad de las personas que murieron o pasaron por el campo de concentración, como para evitar que caigan en el olvido las vidas y los testimonios de los republicanos victimas de la represión franquista. La voz de los que sufrieron la represión, los estudios históricos, los testimonios recogidos por historiadores, periodistas o familiares de las victimas y la presencia tanto de victimas, como de investigadores o escritores, hacen de estas jornadas lugar de encuentro y foro de reflexión sobre ese periodo histórico, a través del análisis de unos acontecimientos que fueron silenciado durante muchos años.Durante los tres días en que se han desarrollado estas jornadas, los asistentes han tenido la oportunidad de visionar documentales, asistir a charlas, coloquios, presentaciones de libros, y sobre todo, de escuchar las voces de mujeres y hombres que sufrieron la represión franquistas. Entre los protagonistas de las jornadas, que en esta tercera edición han estado dedicadas a las mujeres, cabe destacar la presencia de Concha Carretro, Ángeles García Madrid y la miliciana extremeña Maria de la Luz Mejías Correa, entre otras. Concha Carretero estuvo condenada y escapó de morir fusilada junto con otras trece mujeres en un trágico episodio de la represión, que lejos de perderse en el olvido, el tiempo ha convertido en un mito que es recordado como las 'Trece Rosas'. Concha Carretero rememoró en un tremendo testimonio de dignidad y coraje, su detención el 5 de marzo de 1939 y su paso por la cárcel donde sufrió todo tipo de vejaciones y torturas. Ángeles García Madrid, escritora y testigo vivo también de esos acontecimientos, ofreció su testimonio personal del horror de las cárceles franquistas de mujeres y de sus aspectos más siniestros. García Madrid es la autora de entre otros, del libro titulado 'Réquiem por la libertad', un relato que cuenta la verdad del sufrimiento, la humillación y la tortura física y moral a que fueron sometidas las mujeres que defendieron los ideales republicanos y donde se recoge la historia de las trece rosas, trece mujeres jóvenes fusiladas con las que coincidió en la cárcel madrileña de ventas.De igual modo, la extremeña María de la Luz Mejías Correa, relató sus años de lucha, su paso por el frente, su detención y los seis años que permaneció presa, así como la persecución y represión que sufrieron sus familiares. Un violento testimonio del horror que su nieto Manuel Pulido recoge en el libro titulado 'Así fue pasando el tiempo. Memorias de una miliciana extremeña'.Así mismo, cabe destacar las conferencias ofrecidas por las historiadoras Fernanda Romeu Alfaro y María Milagros Montoya Ramos.Marcha El epílogo de estas jornadas lo puso un año más la marcha al campo de concentración que se desarrolló en la mañana del domingo día 15 y que como en anteriores ediciones transcurrió con absoluta normalidad. Desde primcipio de la mañana las banderas republicanas comenzaban a aparecer por la plaza de España, desde donde partiría la marcha. Varios centenares de personas provenientes desde distintos puntos de la geografía extremeña y de otras regiones, volvieron a darse cita en Castuera para asistir a este emotivo acto que culminó en el lugar donde estuvo instalado el campo de concentración con el izado de la bandera republicana sobre una peana en ruinas que aún se conserva del campo y la lectura de manifiesto. Falta de consensoLo que no se consiguió en el transcurso de estas jornadas fue que los grupos políticos del ayuntamiento de Castuera, en el pleno extraordinario celebrado, se pusiesen de acuerdo para aprobar la propuesta de la asociación AMECADEC sobre el reconocimiento a las victimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, aunque según manifestaron seguirán trabajando hasta alcanzar el acuerdo.

Inmaculada de la Fuente, Reseña en EL PAÍS

CRÍTICA: ESCAPARATE
Retrato de una miliciana extremeña
INMACULADA DE LA FUENTE
BABELIA, EL PAÍS, 03/02/2007

URL: [http://www.elpais.com/articulo/ensayo/Retrato/miliciana/extremena/elpepuculbab/20070203elpbabens_10/Tes]

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A los noventa años y con muchas vivencias a sus espaldas, María de la Luz Mejías Correa lanzó al aire unas memorias transcritas luego por su nieto con su propia voz narrativa. Miembro de las milicias populares desde el golpe de Estado de 1936, Mejías quiere así que ese periodo no caiga en el olvido ni en el revisionismo.
"Todavía me pregunto por qué fue tan sufrida mi vida", afirma la narradora. Éste es el relato de María de la Luz Mejías Correa, una extremeña de 90 años y miliciana durante la Guerra Civil. Narrado desde su propia voz, y con su voz, aunque el autor del libro sea su nieto Manuel Pulido. En ese sentido, el libro plantea un juego de espejos entre el escritor material y la narradora-autora de las memorias. ¿Quién escribe, quién narra y quién recuerda? El que escribe es el nieto, pero éstas no son unas memorias lanzadas al aire por la narradora y transcritas de modo notarial por Pulido. El narrador-transcriptor es en realidad el autor del libro. Quien figura como autora se revela como la verdadera voz narradora. El autor material explica al comienzo que ha elaborado un personaje, el de María, la miliciana del batallón de Pedro Rubio, y en ella ha volcado lo que su abuela le ha contado en conversaciones grabadas, cotejadas después con ella y retocadas para darle forma.

¿Ficción o testimonio? Se puede leer de las dos maneras. Escrito en primera persona, estamos ante un ejercicio narrativo de travestismo literario consciente: la narradora, María la Miliciana, una mujer que apenas sabe leer y escribir, nos ofrece sus peripecias como luchadora republicana al lado de su futuro marido, Juan, y de su hermano Francisco. Pero al mismo tiempo es una historia de ficción real sobre la infancia y juventud de María de la Luz Mejías, su paso por las milicias populares, la cárcel, la represión, la posguerra y la llegada de la democracia. No en vano es sobre el fondo de su voz sobre la que su nieto construye su biografía. Incitándola a recordar de un modo soterrado y retocando algunas de sus expresiones sin que éstas pierdan autenticidad. Al final lo que sobresale es un prototipo de mujer humilde y emprendedora de la Extremadura rural. Nacida en 1916, su biografía, marcada por la lucha por la supervivencia, atraviesa todo el siglo XX y, con ella, las transformaciones de España. Viva, rebelde y sedienta de justicia, la joven se lanza casi adolescente a trabajar en casas de buenas familias de Badajoz y en un hospital como forma de sustento y a la vez de liberación de una situación familiar no satisfactoria. Con la República, ella, su novio y su entorno, asalariados y jornaleros del campo, ven llegar un soplo de esperanza, la promesa de un reparto más justo entre las fuerzas del trabajo y el capital. Miembro de base de las Juventudes Socialistas Unificadas y sin un perfil político acusado, el golpe de Estado de 1936 la empuja a unirse a las milicias populares. Marcados como rojos por los vecinos, sin recursos materiales ni mentales para plantearse el exilio, enrolarse en la lucha fue tal vez inevitable, aunque requiriera voluntad y valor. Tras un año de lucha en Extremadura y en los alrededores, Mejías recibe una pequeña herida y pasa a la retaguardia, se casa con Juan y habitan en Madrid con otras familias en el piso de unos burgueses huidos. En ese tiempo, ella y otras milicianas fueron apartadas del frente por el decreto del Gobierno que reorganizó las milicias y prohibió la presencia de mujeres, con la excusa de que no siempre eran respetadas o que se infiltraron prostitutas. Extremos que María (miliciana flanqueada por su hermano y por su novio) desmiente.
A través de su relato vemos la barbarie de la guerra en ambas zonas. Crímenes inadmisibles que no se pueden extender a todos los luchadores ni desde luego a Mejías, combatiente a pesar de sí misma. Con todo, la parte más emocionante y auténtica es la que describe la lucha denodada contra el hambre y la escasez de la ex miliciana y su marido durante la posguerra para sacar adelante a sus hijos. Sólo el desarrollismo y, sobre todo la transición, con la devolución de las libertades, dieron sosiego y bienestar a sus vidas. Memoria subjetiva la de Mejías, pero verosímil y bien articulada, la suya es una historia a sumar a los testimonios surgidos en el 70º aniversario de la Guerra Civil. Con su relato, Mejías y su nieto persiguen que aquel periodo cruel no caiga en el olvido ni en el revisionismo, y que el esfuerzo de los descendientes de los vencidos por hacer público su dolor hasta ahora oculto no sea tildado de revanchismo. No lo hay en este libro y sería absurdo que quienes reivindican la legitimidad de su papel histórico al lado del Gobierno republicano negaran el dolor de las víctimas anónimas e inocentes que perdieron la vida en la trinchera sublevada. El duelo y la piedad deberían alcanzar a unas y otras víctimas, pero la responsabilidad histórica de desencadenar aquel periodo bárbaro, y de prolongarlo más allá de la victoria, tiene nombres conocidos difíciles de soslayar.